EL 27 DE SEPTIEMBRE, EN SAN LUIS Indio en Tandil: un recital del "rocanrol del país" Desde todos los puntos de la Argentina unas 50 mil personas se congregaron en el Hipódromo local para ser parte de un show impecable en el que el ex líder de los Redondos desplegó temas de su primera y segunda placa solista, desempolvó clásicos ricoteros y sació a una multitud que, sin incidentes, por esta vez y como siempre, cual Porco Rex se dejó llevar por su alma.		Indio Solari
En tiempos donde abundan comunicaciones cada vez sofisticadas, a veces innecesarias y hasta con rastreo con poder de policía, el “boca a boca” surte efecto. De ese modo 50 mil personas se acercaron al Hipódromo de Tandil ubicado a unos 400 kilómetros de la Capital Federal que es sólo arbitraria referencia: de provincias cercanas o lejanas y hasta del Uruguay todos quisieron comulgar en esa misa pagana que huele a ricota aunque convoquen “Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado” nombre bizarro si los hay al que por ética veneran pero que por fonética jamás corearán. Con “Pedía siempre temas en la radio” a las 21.20 El Indio Solari inició el repertorio que a la postre mecharía magistralmente con once temas de “Porco Rex”, tres de “El Tesoro de los inocentes – Bingo Fuel” y esos inoxidables clásicos de “Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota” Ni las nubes que presagiaban falsos chaparrones ni las brumas de esa niebla tan persistente lograron empañar un show contundente y emotivo donde los puntos altos ranquearon con “La hija del Fletero”, “Angel de la Soledad” y “Me matan Limón” , "Divina TV Fürer", "Un poco de amor francés" matizados con esos grandes temas de las dos placas solistas del Indio como “Pabellón Séptimo” con dedicatoria “a los muchachos allá”, los privados de la libertad, y el delicioso “To beff or not to beff”. Temas de hoy que en suma y por catorce fueron coreados, celebrados y bailados por una multitud que disfruta la nueva etapa aunque sólo les pida “que se vuelvan a juntar” Entre las afiatadas y poderosas guitarras de Gaspar Benegas y un magistral Baltasar Comotto sostenido por el bajo de Marcelo Torres y Hernán Aramberri en esa máquina percusiva en que convierte su batería, “Los Fundamentalistas” mantienen el espíritu ricotero que se sostiene además en los vientos a cargo de Alejo Van der Phalen. “Ramas Desnudas”, “Sopa de lágrimas (Para el pibe delete), “Y mientras tanto el sol se muere”, “Martines y Tafiroles”, “Flight 956” sobresalieron junto a “Porco Rex “ y el oscuramente piscodélico “Te estás quedando sin balas de plata” ese de “Sos encantador, muy encantador, tan encantador” que resume poder de seducción con el que el Indio cautiva y convoca. Con “Juguetes Perdidos” se desplegaron las “banderas en tu corazón” y así entre la tormenta que quedó en amagues, la niebla y las bengalas que al aire libre pierden el aura maldita, se gestó un preludio épico donde mujeres sobre hombros de hombres entre vahos y vapores pintaban un cuadro único y atesorables en retinas y neuronas. Y con “Ji Ji Ji” se remedó “el pogo más grande del mundo”. Quien suscribe – más afecto al rock&pop más gaseoso y burbujeante pero libre de prejuicios – quiso ser parte del momento único y qué mejor desde adentro del ojo del huracán: el hipódromo de Tandil cedía, las masas retrocedían y cada vez más grandes círculos solitarios se expandían como manchas voraces. “Este film da una imagen exquisita esos chicos son como bombas pequeñitas” y el redondel bien redondo que se ensancha…. “El montaje final es muy curioso, es en verdad realmente entretenido vas en la oscura multitud desprevenido”… Y ahí está uno. Ahí solo girando como un trompo mientras lo que viene, lo que viene… es “una noche de cristal que se hace añicos”…. Y el “no lo soñé” de la “e” estirada hasta el paroxismo porque el tsunami llegó hasta mi y lo vi venir. Y fue el fin. En éxtasis, en cueros, con remeras mojadas y sienes que gotean, se multiplicaban las caras felices en tiempos crispados donde no abundan. Sin anuncios, sin afiches, sin sponsors. El Indio lo hizo. Y seguramente lo hará el 27 de setiembre en San Luis como el mismo Indio se encargó de avisar, para felicidad de 50 mil, en el final en pos de otro "boca a boca". Es que cuando para miles verse feliz es todo, para Solari verlos feliz “es nada, es todo lo que hacemos por ti”. Y es sólo el rocanrol del país.